
¡Hola!
Antes de comenzar a contarte un poco sobre mí, quiero agradecerte inmensamente el que estés por aquí, paseando por esta página de la tienda y por tomarte un ratito para conocerme un poco más.
En este instante te daria un fuerte abrazo!
Mi nombre es María Celeste, más conocida como María C ahora pero antes de todo esto era solo Cele.
Puedo contarte que toda, absolutamente toda mi vida quise tener un negocio, no sabía exactamente de qué, pero de chiquita ya me gustaba jugar a vender o intercambiar cosas en la escuela, supongo se lo lleva en la sangre pues padres emprendedores.
Comencé a tejer a los 8 años, me enseñó una de mis hermanas que había aprendido de una de mis abuelas. En ese entonces me acuerdo que m primer proyecto tejido fue la bolsita para mi comunión, desde ahí ya experimentaba el placer de poder crear mis propios accesorios y sentirme una personita creativa. Creo que todos los niños deberían aprender a tejer o hacer manualidades desde temprana edad para adquirir confianza en sí mismos y en su poder individual.

En mi adolescencia tejí un par de bufandas, vivía en una ciudad muy chiquita, casi pueblo y no había mucha variedad, pero de vez en cuando corría a la mercería más cercana para buscar lana para una bufanda o gorrito.
No fue hasta que ingresé a la facultad, en el año 2003, que empecé a vender mis productos ya que mis compañeras me pedían bufandas porque veían las que yo misma me hacía, yo me sentía Carolina Herrera (imagíname riendo a carcajadas diciendo esto, jajaja) una diseñadora total.

Hasta eso ya me había mudado a la capital de la provincia donde había considerablemente más opciones para crear. Comencé a vender mis productos para poder ahorrar para gastos extras, salidas, ropa o lo que fuera, siempre fui muy independiente, de chica prefería que mis papás me pagaran una mensualidad de la que yo sola pudiera administrarme y pagar colegio e instituto de inglés.
Pasó el tiempo, por temporadas tejía por otras me olvidaba totalmente del tema y seguía mi vida de estudiante.Me recibí… ejercí un tiempo, pero…
yo sabía que mi corazón quería algo más.
Me fui a vivir sola y allí comencé de nuevo a vender y crear y crear, había nacido Facebook así que era la plataforma ideal para que yo le mostrará fotos de mis creaciones a todos mis familiares y amigos.
Creer y crear
A los 32 años decidí dejar todo lo que tenía a nivel profesional, yo sentía que me iba a estallar el cuerpo si no hacía lo que sentía, dejé un gran trabajo y me tiré a la pileta, vacía, pero yo tenía intenciones de ir llenándola de a poco y así lo sigo haciendo, convencida de que todo va a salir bien, siempre.
¡Gracias por haber leído hasta aquí, eso significa un montón para mí!
¡Te abrazo fuerte, muy fuerte, ya te quiero hasta la luna!
Cele




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